LA HORA DEL ENCUENTRO CON LA PREPAGO

Poco a poco subo mis medias y ajusto el liguero, mi ropa interior de color negro con mucho encaje me hace sentir y ver muy sensual, siento como la adrenalina empieza a invadir mi cuerpo, llega la hora de un nuevo encuentro con mi amante, han pasado muchos días en los que no he sentido su presencia, no he sentido su virilidad, cada que está a mi lado siento que el resto desaparece, deseo que el tiempo se detenga para que mi mente pueda grabar cada instante y que cada uno se haga eterno, no es un hombre más en mi vida, aunque para ser sincera tampoco es el hombre de mi vida, he llegado a la conclusión de que sólo somos amantes, soy una prepagos medellin, puedo conocer y tener sexo con muchos, algunos desean darme la luna y las estrellas, pero ninguno hace que me vuelva loca como lo hace este hombre.

Ya casi llega la hora, cada minuto está más cerca el momento en el que este hombre me haga suya, llegará pronto el momento en que me tomará en sus brazos fuerte por la cintura yo desfalleceré, me siento indefensa con ganas de que acabe conmigo, en ocasiones de verdad quiero que acabe conmigo, no sé porque este hombre logra que mi voluntad se doblegue y eso me produce placer, sentir sus fuertes manos, apretando mi cuerpo fuerte como si fuera sólo un trozo de carne y al siguiente instante sentir como acaricia mi piel con la mayor delicadeza, es un reto para mis sentidos y para sensatez, no sé qué pensar ni que sentir, sólo me dejo llevar y decido no pensar.

Sus labios, que puedo decir, es el inicio de la perdición, son suaves y jugosos, como fruta madura que uno no sabe si morder o chupar y de la que no desea ni desperdiciar un poco, sus besos me transportan a otro mundo en el que puedo ser completamente libre para convertirme nuevamente en su esclava, su prepagosmedellin, la contradicción es la mejor forma de explicar lo que no tiene explicación, pueden pasar semanas sin saber de él y de pronto me llama y no soy capaz de negarme por más que haya ensayado que lo haré, definitivamente estoy perdida con este hombre, con un beso o sólo con una sonrisa ya estoy lista para deshacerme de mis pantys y espera que el me posea como quiera.

Estar en la misma cama con él es toda una fantasía, no puedo decir que es el más atlético, pero para mí esta perfecto, tiene tanta seguridad que estoy segura de que tiene a más de una así como me tiene a mí, espera un momento, no puedo sentir celos, no es mi hombre ni yo soy su mujer, no puedo pedir exclusividad, igual no estoy dispuesta a dársela tampoco, es sólo que el pensar en que posea a otra mujer como lo hace conmigo me llega a molestar, lo tengo que confesar, igual estoy segura de que con ninguna se siente como se siente conmigo, lo sé porque siempre regresa a mí a pedirme mucho más, eso es lo importante, el resto lo olvido, sólo quiero sentir como me penetra y me hace llegar al orgasmo con una facilidad que me abruma pero me emociona, él es muy generoso y desea que llegue muchas veces antes de que él lo haga.

Cuando al fin estamos juntos en la cama es lo mejor, su piel suave mezclada con mi piel muy bien perfumada hacen la combinación perfecta, mi piel bronceada por el sol resalta sobre su piel blanca, sé que para él es un afrodisiaco ver mi piel, sentir como la recorre como queriendo no perderse ni un solo centímetro y viendo en su ojos esa mirada de placer que no puede controlar y no puede disimular me lo confirma, esa sensación me excita mucho más, mi humedad aumenta con cada caricia y él lo sabe, sabe perfectamente lo que causa en mi cuerpo, sabe exactamente el momento previo a mi orgasmo, no sé si es que tiene mucha experiencia con prepagos o es que me conoce perfectamente, prefiero pensar que es lo segundo aunque mi corazón me dice que es lo primero.

Tengo que dejar de pensar tantas cosas, son sólo recuerdo y ya casi llega la hora de hacer nuevos recuerdos y ni siquiera he terminado de vestirme.

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